Por un enfoque humanístico del talento

Las compañías de Tecnologías de la Información (TI) se han consolidado como los principales motores de progreso y desarrollo en todas las esferas sociales, medioambientales y productivas de nuestro entorno. Representan el paradigma de ‘lo último’, lo más actual, lo más nuevo y son referente de progreso. En un mundo donde la velocidad de transformación tecnológica es vertiginosa, la adopción de un enfoque humanista se convierte en una necesidad imperante.

El humanismo entiende que las organizaciones son mucho más que eficiencia y rendimiento. Se trata de una visión que sitúa el bienestar de las personas en el centro de todas las decisiones. Así, en el actual contexto de eclosión de las TI, la tecnología actúa como el nuevo arte, conectando a personas de diferentes disciplinas para impactar de forma positiva en el ser humano, dentro y fuera de las organizaciones.

Una empresa genuinamente humanista busca un impacto positivo en la vida de las personas y en la sociedad en general. Una concepción que también se refleja en la forma en que gestiona su talento interno. Así, promueve un entorno laboral inclusivo, diverso y equitativo, donde se valora la diferencia en todas sus formas y se fomenta la igualdad de oportunidades. Asimismo, se trata de compañías que trabajan para la sensibilización interna en la diversidad y la eliminación de sesgos.

El conocido psicólogo, autor y periodista Daniel Goleman destaca la importancia de que las compañías conecten con sus empleados, a través del propósito, proporcionando entornos de trabajo que estimulen sus pasiones y promuevan la conciencia social. Goleman argumenta que el “propósito” de la compañía da un significado en a la labor diaria del talento.

Asimismo, un estudio de LinkedIn revela que 9 de cada 10 encuestados de las generaciones Z y millenial dejarían su actual ocupación para ir a una compañía que se ajustara mejor a sus valores, los cuales, sobre todo, inciden en aspectos como el equilibrio entre trabajo y vida privada o crecimiento profesional y aprendizaje, así como diversidad e inclusión.

Incorporando valores humanistas en el sector tecnológico

Reconocer a cada individuo como una persona con necesidades y aspiraciones únicas es esencial para cultivar un ambiente donde el talento prospere. Así, desde la perspectiva humanista, se reconoce y valora la diversidad en todas sus formas, incluidas las diferencias de género, etnia, orientación sexual, edad y capacidad. Se trata de organizaciones que generan entornos inclusivos y que trabajan para que todas las personas se sientan respetadas, valoradas y empoderadas para contribuir a los avances de la organización.

Además, en el sector tecnológico, en concreto, la empresa humanista es sensible a empoderar el talento femenino e impulsar las vocaciones STEAM, desarrollando iniciativas orientadas a este fin y trabajando para la eliminación de sesgos o apriorismos sobre género, pero también sobre procedencia y cultura.

Este tipo de actuaciones conecta con el talento más joven, que, hoy, demanda más claridad que nunca en cuanto a los valores y la visión del mundo por los que aboga la compañía en la que trabajan. Ese mismo estudio de LinkedIn lo confirma cuando señala que el 60% de los jóvenes de las generaciones Z y millenial aseguran que los valores son un factor decisivo para considerar oportunidades laborales.

Además, este nuevo talento busca oportunidades de aprendizaje continuo y el desarrollo de habilidades, mediante formaciones de todo tipo, que les permitan mejorar y adaptarse en un entorno cambiante. Una cultura basada en un enfoque humanista responde a estas necesidades, proporcionando un entorno de trabajo que fomenta el crecimiento profesional y, además, el personal.

Xavier Marcet, experto en transformación organizacional y en management humanista, destaca la importancia de invertir en el desarrollo y bienestar del talento interno para lograr resultados sostenibles a largo plazo. Una fuerza laboral comprometida y motivada es un activo invaluable para cualquier empresa y, de esta forma, promover una cultura interna basada en la confianza, la transparencia y la responsabilidad se convierte en fundamental para alcanzar este objetivo.

En este contexto, las organizaciones humanistas promueven programas de apoyo y recursos para mejorar la salud física, mental y emocional de sus empleados, así como fomentan prácticas éticas y sostenibles, por ejemplo, minimizando aspectos como su huella ambiental.

En el ámbito TI, humanizar el mundo a través de la tecnología es añadir al impacto positivo en el entorno el establecimiento de una conexión profunda entre estos valores corporativos y su talento. Esta vinculación conlleva a resultados sostenibles a largo plazo y, además, contribuye a forjar un mundo más justo, inclusivo y equitativo para todas las personas.