Implantar un ERP. ¿Nube privada o pública?

En los siguientes apartados vamos a descubrir por qué esta es una decisión crucial para tu empresa, especialmente a la hora de implantar un ERP. También te mostramos qué implica optar por una nube privada o pública para construir la plataforma digital de tu organización y, si te quedas hasta el final, conocerás el que, con toda probabilidad, será tu nuevo socio tecnológico. ¡No te lo puedes perder!

Una decisión crucial: ¿nube privada o nube pública?

La implementación de un sistema de planificación de recursos empresariales, o ERP por sus siglas en inglés, no es un proyecto sencillo. En realidad, se hace imprescindible para tu negocio el contar con un socio tecnológico que diseñe un plan de actuación. Lo hará basándose en las necesidades de tu empresa y teniendo en cuenta las particularidades del sector correspondiente a tu negocio.

Pero un socio tecnológico va a hacer mucho más de lo que piensas por tu organización. Sin ir más lejos, puede ayudarte a tomar una buena decisión a la hora de elegir entre una nube privada o pública para la plataforma ERP. Esta es una decisión crucial que definirá el funcionamiento de esta herramienta en el momento de su implementación, pero también en el futuro.

Y para tu empresa, ¿qué opción es la más conveniente? Tomar la decisión más acertada nunca es una tarea sencilla, pero en este caso la cosa se complica aún más. ¿Por qué? Como te explicaremos a continuación, la nube privada y pública son dos conceptos basados en una tecnología similar, aunque con enfoques diametralmente opuestos. Por eso, para decidir, se hace imprescindible tener en cuenta varios detalles técnicos, además de las necesidades específicas de la empresa. La experiencia de un socio tecnológico fiable, en este punto, se vuelve crucial.

¿Nube privada o pública? ¿Cómo decidir?

Para tomar la mejor decisión, además de contar con un socio fiable, es necesario tener toda la información. Lo primero que debes saber es qué es la nube privada y qué es la nube pública. Como ya dijimos, ambos enfoques se aplican sobre una tecnología similar, pero ofrecen características únicas en cada caso.

¿Qué es la nube privada? En el contexto de la implementación de un ERP, se trata de una infraestructura dedicada y exclusiva para la empresa. Esto presenta algunos beneficios importantes, como un mayor control sobre la seguridad y la personalización de la solución. La nube privada es conveniente para organizaciones con requisitos específicos de cumplimiento o que manejan datos altamente sensibles a menudo. En esos casos, se opta por este enfoque para disponer de un mayor control sobre todo el entorno digital. Aunque puede implicar costos iniciales más altos y menos flexibilidad en comparación con la nube pública, la nube privada ofrece una mayor seguridad y personalización.

¿Y qué es la nube pública? La implementación de un ERP en la nube pública pasa por utilizar infraestructuras compartidas ofrecidas por proveedores externos. Algunos beneficios de esta modalidad son la escalabilidad, la flexibilidad y la reducción de costos iniciales. Las empresas pueden reducir o ampliar sus recursos de acuerdo con sus necesidades, ajustando los costes al máximo. Además, la nube pública suele ofrecer servicios gestionados que liberan a las empresas de tareas de mantenimiento y actualización.

Teniendo esto en cuenta, es momento de ahondar un poco más en las diferencias más notables de ambos planteamientos.

Coste inicial y de mantenimiento

• Nube privada. La nube privada suele implicar costos iniciales más elevados. Requiere invertir en hardware y software específicos para su infraestructura dedicada y asumir costes de mantenimiento.
• Nube pública. En este caso, los costes iniciales suelen ser más bajos, ya que las empresas comparten recursos con otros usuarios. Además, los proveedores de nube pública se encargan del mantenimiento de la infraestructura, lo que libera a tu empresa de esta carga.

Dedicación del equipo técnico

• Nube privada. Requiere un equipo técnico dedicado para la gestión, mantenimiento y actualización de la infraestructura. Esto puede ser beneficioso para organizaciones que necesitan un control total sobre sus sistemas, pero también implica una mayor carga para el equipo de TI.
• Nube pública. En la nube pública, el proveedor se encarga de gran parte de la gestión técnica, reduciendo la carga sobre el equipo interno. Esto permite que el personal de TI se centre en actividades estratégicas en lugar de en tareas operativas.

Responsabilidad de la gestión

• Nube privada. La empresa tiene un control total sobre la gestión del entorno. Esto incluye decisiones sobre configuración, parches de seguridad y actualizaciones. Proporciona mayor libertad, pero requiere asumir mayores responsabilidades de forma interna.
• Nube pública. El proveedor se encarga de las actualizaciones de seguridad, la monitorización y la gestión del rendimiento. Si bien esto alivia a la empresa de algunas tareas operativas, también implica confiar la capacidad del proveedor para mantener la disponibilidad de los servicios.

Opciones de seguridad

• Nube privada. Ofrece un mayor control sobre la seguridad, ya que la infraestructura es exclusiva de la empresa. Esto permite la implementación de medidas de seguridad personalizadas y adaptadas a los requisitos específicos.
• Nube pública. Aunque la nube pública sigue altos estándares de seguridad, la personalización puede ser limitada en comparación con la nube privada. Eso sí, los proveedores invierten mucho en ciberseguridad y protección de los datos, pues de ello depende su negocio y su reputación en el mercado.

Personalización y escalabilidad

• Nube privada. La escalabilidad puede ser más limitada, ya que la capacidad está determinada por la inversión inicial en hardware, así como en la necesidad de asumir el proceso de aplicación de los cambios necesarios en el ámbito del software.
• Nube pública. La nube pública destaca por su escalabilidad instantánea, permitiendo a las empresas aumentar o disminuir recursos según sea necesario.
  

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