Del escritorio remoto a Workplace as a Service (WaaS)

Es decir, que como si de un truco de magia se tratase, con un ratón y un teclado podemos controlar un ordenador que está a miles de kilómetros de nosotros, gracias a este software. Esta aplicación se convirtió en una herramienta muy popular entre los departamentos de servicio y soporte técnico, ya que permitía a sus profesionales solucionar las posibles incidencias sin necesidad de desplazarse.

Muchas de estas herramientas también permiten compartir archivos con el ordenador remoto desde el equipo que lo controla al remoto y viceversa. Un escritorio remoto también puede permitir el acceso al audio en algunos casos, donde el sonido del ordenador remoto se transmite al dispositivo de control.

Pero, más allá de los profesionales de soporte técnico, los escritorios remotos tienen muchas ventajas para otro tipo de usuarios. Por ejemplo, es una manera de que los trabajadores pueden utilizar cualquier dispositivo para realizar su trabajo aún cuando no tengan acceso a los equipos profesionales. Y, además, con la garantía de que se va a acceder con total seguridad, tanto a los recursos como a los documentos.

Esto también permite que se pueda controlar y restringir el acceso a determinados documentos en zonas remotas, dando más flexibilidad a los empleados de trabajar desde donde quieran y desde los dispositivos que les resulte más cómodos.

En la nube

Sin embargo, y con la progresiva transición hacia entornos en la nube, en la que la muchas de las aplicaciones ya no residen en ningún ordenador ni servidor, sino que se ofrecen como servicio, el escritorio remoto está evolucionando a lo que se conoce como Workplace as a Service (WaaS), o lugar de trabajo como servicio.

Ambos modelos son soluciones para los escritorios remotos o alojados. La gran diferencia entre uno y otro es que los remotos (o VDI, Virtual Desktop Interface) están gestionados por la propia empresa, bien de manera local o en una instalación de colocación. Mientras, la opción WaaS es un servicio de infraestructura gestionado, entregado por un proveedor y alojado en sus centros de datos.

Es decir, que los escritorios remotos exigen que la empresa gestione servidores, almacenamiento, licencias, puntos finales, así como el coste de la compra de todos los productos y licencias necesarios. Sin embargo, en el caso del WaaS, se paga por uso, siendo la empresa que ofrece este servicio la responsable de tener los servidores, el almacenamiento, la seguridad, la copia de seguridad de los datos y las actualizaciones necesaria para poder ofrecer este entorno de trabajo.

WaaS ofrece aplicaciones virtuales y servicios de escritorio a través de servicios de nube, ya sea privada o pública. Los usuarios acceden al servicio a través de Internet mediante un navegador web o una aplicación segura descargada en cualquier dispositivo. WaaS se adquiere normalmente como una suscripción de un proveedor externo.

En general, WaaS es una buena opción para las empresas que no quieren ocuparse de invertir y gestionar soluciones de escritorio remoto locales. Sin embargo, tendrá que decidir qué producto WaaS se adapta mejor a su negocio. Hay que tener en cuenta que con WaaS, servicios como la ciberseguridad, los servicios en la nube, los seguros o el borrado de datos, el hardware, el software, es decir, todo lo que una empresa o un trabajador necesita para equipar un espacio de trabajo y empezar a trabajar ya no se compra, sino que simplemente se alquila.

Esta opción no solo facilita el poder proporcionar un entorno informático productivo y sin problemas a todos los usuarios en el lugar de trabajo, sino que el departamento de sistemas de la empresa se ve liberado de algunas de las tareas más tediosas, pudiéndose dedicar a tareas más productivas o urgentes. Esto facilita una mayor flexibilidad para los trabajadores, al tiempo que aumenta la seguridad de los datos. Desde el punto de vista del departamento financiero, también otorga mayor fiabilidad sobre los costes recurrentes en los que se va a incurrir, evitando partidas no previstas.

Por todo lo visto anteriormente, no es de extrañar que si el mercado de WaaS moviera más de 27.000 millones de dólares en 2021, se espera que de aquí a 2030 tenga un crecimiento anual del 22,3%.